sábado, 26 de mayo de 2007

El comienzo

"La única condición para que el mal se extienda es que los hombre buenos no hagan nada".

Esta frase del pensador británico Edmund Burke pronunciada a finales del siglo XVIII, en plena Revolución Francesa, sigue estando vigente. Los enemigos de la libertad, camuflados de muy diferentes maneras, siguen acechando para acabar con los derechos tan duramente conseguidos tras siglos de sangre y sufrimiento. Se esconden tras las banderas, tras los proletarios, tras... lo que se les ocurre; pero siempre hablando de libertades colectivas. Es dificil hacer enteneder que la libertad de un colectivo NO es colectiva. Es la libertad de cada individuo la que hace libre al colectivo. Como decía Isaia Berlin garantice mi libertad como individuo que ya veré lo que es mejor para mi con esa libertad. No es el gobierno, el partido o quien sea el que sabe lo que es mejor para mi o para mis hijos. Soy yo el que lo sabe y el que debe decidir. El abdicar de las decisiones personales, del riesgo, supone entregar parcelas de mi libertad que poco a poco van tomando otros en mi nombre y que ya no se pueden recuperar o muy dificilmente.

Aún estamos a tiempo en España, y en Europa, de impedir que los nuevos fascistas, camuflados con muy diversos pelajes, so capa de evanescentes derechos colectivos acaben con nuestra libertad como individuos. Es esa libertad como individuos, la iniciativa personal, la búsqueda individual de la felicidad la que hace grandes a las naciones. Es por ello que como me considero (aunque sea un poco soberbio) un hombre bueno creo que debo hacer algo y por ello empiezo este blog. Espero que pueda llevar a buen puerto este proyecto que ahora empieza y juntos lograr que la libertad resplandezca. De vez en cuando publicaré entradas más largas de lo normal con el objeto de que los lectores del blog las extiendan como mejor puedan.

Hasta la vista y a por ellos. Son pocos, cobardes y ademas no tienen razón.