martes, 30 de septiembre de 2008

Borracho

Uno de mis diálogos favoritos es el que, en la película Casablanca, sostienen Rick (Humprey Bogart) y el Mayor Strasser (Conrad Veidt). En él Strasser le pregunta por su nacionalidad y Rick contesta "Borracho". Desde luego no hay mejor manera de contestar a una pregunta impertinente o mal formulada. También, como era el caso, es la mejor contestación cuando no se es clasificable. Este es mi caso.

Políticamente hablando los liberales somos los borrachos de las ideas. Es muy complicado explicar a la gente que es responsable de sus propios actos y de las decisiones que toma. Es también complicado, y más ahora, decir que el mercado debe ser el juez supremo a la hora de repartir los recursos, premios y castigos. Los liberales somos partidarios de tres cosas: libertad, igualdad y... propiedad. Lo de la fraternidad es una milonga masónica y, visto que los que dijeron eso acabaron guillotinándose mutuamente, no entiendo porque ha tenido tanto predicamento.

Vayamos por partes. Libertad. Si, libertad de pensamiento y expresión para poder criticar al poder cuando este comete tropelías o se comporta de manera tiránica. Libertad para poder exponer las ideas propias y que los demás puedan exponer las suyas, sin que te peguen un tiro en la cabeza, quemen tu negocio o una panda de animales canten loas a una banda terrorista. Libertad para poder contratar con quien yo quiera, sin más límites que la legalidad o lo que sea moralmente correcto y no impuesto por el poder.
Igualdad. Igualdad ante la ley, saber que el poder judicial es independiente tanto del ejecutivo como del legislativo y no que el ejecutivo, elegido por el legislativo, elija a los jueces que luego los puedan emplumar y que ademas las carreras de los demás jueces dependan de esos que han sido elegidos por lo políticos de turno. Igualdad de oportunidades, pero desde un principio, que sea el mérito y la capacidad la medida de las personas gracias a un sistema educativo público selectivo que prime las capacidades de los alumnos más brillantes y que aquellos que no sean tanto, puedan obtener titulaciones adecuadas que le faciliten una inserción profesional. Y a ambos títulos que valgan para algo más que empapelar la pared.
Propiedad. Si, pues es la que da independencia respecto el poder, pues una sociedad subvencionada o que viva del subsidio está lista para la tiranía.
¿Una quimera? Es posible, pero con esta quimera, o algo parecido, se construyó Occidente. No con la explotación de colonias.
Otro día más.
A por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Faroles

No, no me refiero al poker. Me refiero a una historia de los chinos. Cuentan que, hace tiempo, un emperador chino decidió que los médicos señalaran el número de pacientes muertos con faroles en la entrada de su consulta. Pasado el tiempo se encontró mal, y mandó que buscaran al mejor médico de Pekín. Buscaron por la ciudad y al final encontraron uno que sólo tenía un farol en la entrada. Lo llevaron a Palacio y allí lo alabó el emperador sobre lo buen médico que era. El pobre, completamente asustado, le dijo: "es que he empezado esta mañana".
No se sabe como acabó el incauto en cuestión, pero indica algo que todavía existe: una sana, y plenamente justificada, desconfianza hacia aquellos que en teoría nos curan, pero en la práctica... bueno lo mejor es mantenerse lo más alejados posible de ellos. Y eso que aparentemente las cosas han mejorado desde los chinos, pero no así las personas.
Lo primero que sucede cuando caes en sus manos es que de pronto, dejas de ser persona y te conviertes en una especie de... digamos experimento. Prácticamente pierdes tu ser, para convertirte en un pedazo de carne a la que cortar, trinchar y atiborrar a drogas cuya eficacia, en ocasiones, no es mejor que la de los curanderos africanos. Eso si no te dan una diarrea tremebunda con la que encima ni siquiera te libras del mal. Lo peor es que caigas en sus manos en verano. Entonces no estan los titulares, que estan de vacaciones, no, ¡¡estan los suplentes!! Eso si no han recortado plantillas, entonces puedes con ir con una apendicitis en julio y con suerte te dan fecha para octubre, porque dicen que son simples flatulencia, o nervios, o cualquier otra cosa que se le ocurra. Entretanto alla te las compongas. Pero los titulares son también para nota. En muchas ocasiones te abren, estan unas cuantas horas trasteando dentro de ti, con toda tu familia angustiada (pero ¿no le iban a quitar un callo? si llevan ya cinco horas), tu notando que la anestesia se acaba... y luego no te dicen ni mu, ni a la victima ni a los familiares. Bueno, si te lo dicen al día siguiente y cogiéndolos por las orejas (experiencia personal reciente), y encima les sienta mal.
Pero eso no es todo. Si por desgracia tienes que ir a parar a urgencias, lo primero que te pasa es que con, un cólico nefrítico por ejemplo, te estén pidiendo el número de la Seguridad Social (le pasó a un amigo mío), eso si no vas inconsciente y te meten en un box y como no vaya tu familia, y en ocasiones aunque vaya, te tengan dos días ahí hasta que te suben a planta después de que algún médico se ha dignado a verte. O bien se enteran que el tratamiento que le estaban dando a tu familiar era el incorrecto y de urgencias a San Pedro (el familiar de una amiga). Por supuesto los médicos de guardia, están de guardia, pero amigo ¡¡¡tienen camas para echarse a dormir!!! ¿dónde cojones se ha visto que alguien que está de guardia se eche a dormir?, en efecto: los médicos de los hospitales y si son jefes de servicio o adjuntos más todavía (los galones ahí valen más que en el ejército). Y ni se os ocurra despertarlos porque alguien tenga la mala idea de querer morirse. La sarta de bufidos, insultos y blasfemias son dignas de un oficial de caballería de la vieja escuela. Si el desgraciado se muere... mala suerte. Ya le echaremos la culpa a alguna (o algún) ATS, auxiliar o a la mujer de la limpieza. Porque esa es otra. Se habla del corporativismo de jueces, pero el de los médicos no es corporativismo, ni mucho menos. Casi parece como si el juramento hipocrático (jura... ¿qué? dirá alguno) fuera en realidad una especie de iniciación mafiosa, porque no hay manera de que un médico haga un informe que comprometa a otro. Ni siquiera los forenses de los tribunales, claro que incluso ellos acaban en sus manos y quien sabe... .
Vamos que por si las moscas solo me acercare a un hospital atado y privado del sentido. Me encanta la vida y tengo muchas cosas por ver. No vaya a ser que me toque un médico digno de una peli de Groucho Marx y que encima haya leido esto.
Otro día más.
A por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.

viernes, 26 de septiembre de 2008

De gafes y meigas

Servidor es medio gallego y desde muy pequeño había oído eso de que “las meigas no existen, pero haberla haylas”. Algo de eso debe haber y los romanos, muy prácticos, ya tomaban sus medidas. Cuando Publio Quintillo Varo en el 9 a. C. se las arregló para que los Queruscos acabaran con él y sus tres legiones –la XVII, XVIII y XIX- los numerales de las legiones destruidas nunca volvieron a ser usados, pese a que las águilas de las mismas habían sido recuperadas. Sabios los chicos.

Viene esto a cuento de que en ocasiones hay gente o nombres que traen mal fario, vamos que son gafes. Todavía recuerdo las hazañas de cierto político, cuyo nombre es mejor no mentar, y que alguna dio la vuelta al mundo. En concreto la botadura de la nao Victoria, que dio la vuelta nada más tocar el agua. Fue divertido ver a Curro y todos los que estaban a bordo nadando. Menos mal que había poco agua. Pero eso no fue nada comparado con el incendio de un puente… de hormigón. No pregunten como puede arder el hormigón, pero ardió. El remate fue su apoyo a un dirigente político. Su ascenso fue meteórico, así como su final. Lo gracioso del asunto es que todavía sigue en política y al parecer con perspectivas. Espero que se quede mucho tiempo donde está.

Los militares no escapan a esto y, a diferencia de los romanos, caen en el error. Durante la batalla de Jutlandia la Segunda Escuadra de Cruceros de Batalla británica fue literalmente borrada de la faz de la tierra por sus contrapartes germanos. La fuerza estaba al mando de Sir Horace Hood. En 1921 se entregó a la Royal Navy el Crucero de Batalla Hood, bautizado así en honor de un almirante del siglo XVII, pero el destino no entiende, y en el 41 voló a manos del Bismarck. Pero esta no es la única metedura de pata y los alemanes tuvieron la idea de bautizar Blücher a uno de sus cruceros pesados, igual que uno que fue hundido por los ingleses en el 15. Bueno pues a éste lo hundieron los noruegos a las primeras de cambio. ¿Casualidad? Es posible, pero los españoles también tenemos esa tendencia. A principios del siglo pasado se construyeron tres acorazados para nuestra flota. A algún “listo” se le ocurrió la idea de bautizar a la serie como España. Bien, el primero de la serie, el España, embarrancó el 26 de agosto del 23 en cabo Tres Forcas y se perdió. El segundo fue bautizado como Alfonso XIII ¡¡¡y le tocó el gordo de Navidad!!!, pero su suerte acabó con la República que le cambió el nombre y le puso… España. El 18 de Julio del 36 cayó en manos de los sublevados que rápidamente lo usaron, para acabar hundido por una mina PROPIA el 30 de abril del 37. En cuanto al tercero, el Jaime I, languideció y al final se perdió por una explosión interna. Hay muy pocos a los que se le ocurra poner el nombre de la propia nación a un barco. Es muy arriesgado, pero a una clase completa… hay que tener narices.

¿Y todo esto para qué? Pues bien, este Presidente que la divina providencia nos ha enviado cual plaga egipcia ha dicho que la banca española está fuerte como un Roble, sana como una pera y, vistos sus antecedentes, (apoyo a Kerry, constitución europea, Segolen Royale, Schroeder… todos los cuales perdieron) más nos vale rezar.

Otro día más.
A por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

¿Pasarela Auschwitz? ¿Biafra fashion? ¿De qué van?

Pedro Pablo Rubens fue un gran pintor. En la práctica la gran figura del Barroco. Uno de sus cuadros es Las Tres Gracias. Uno podría pensar que ese festival de carne era propio de una mente un poco enfermiza, pero la verdad es que ese tipo de enfermedad debía de estar muy generalizado en su tiempo. Todavía tengo que ver a una a la que se le noten los huesos en un cuadro de la época... salvo que represente a la muerte. Otro ejémplo, nuestro Velázquez. Alguien ha visto Venus en el espejo, desde luego es cualquier cosa menos delgada. Vamos que es un festival al lubidrio, igual que las de Rubens. No es mi intención demostrar que los pintores del Barroco (o de cualquier otra época, pero esa en arte es mi debilidad) eran una cuadrilla de erotómanos enloquecidos, ni mucho menos, sino algo más actual.


Llevamos ya bastante tiempo, por no decir demasiado, con un extraño culto, no al cuerpo, sino al famelismo generalizado. Si alguien quiere morirse de hambre, me parece estupendo, pero que no arrastre al resto del mundo con él o ella. No es que vaya a proclamar las bondades de la gula, pero de ahí a la de un régimen salvaje va un abismo. Pero lo peor viene a la hora de comprar la ropa: en tallas femeninas es casi imposible encontrar tallas superiores a la 48 en tiendas digamos "normales". La razón se me escapa, entre otras cosas porque resulta que la talla 48 y más es la más habitual, entre el sexo femenino hispánico. Pero lo que ya resulta absolutamente chocante, es el hecho disparatado de que las tallas de sujetador en algunas tiendas no pasan de la 85..., cuando resulta que muy pocas tienen tan poco pecho. Parece como si las empresas dedicadas a la moda femenina no viviesen de vender ropa, porque... ¿a quién cojones la venden?. Luego resulta que llega la típica niña de 16 ó 17 añitos y no encuentra ropa de su talla, y hala ¡¡a régimen que estoy como una foca!!, y así empieza la anorexia... que todos dicen aborrecer ¿Cómo van a aborrecerla si las modelos lo son? En ocasiones son tan delgadas y llevan unos trapos tan horrorosos que parece que los diseñadores se estén burlando de las mujeres, que las humillen ¿Alguno de vosostros ha visto mujeres con las transparencias de algunos desfiles? Yo si: en los clubes de alterne o en la actuación de alguna cantante tronada, pero por la calle no ¿Qué pretenden entonces? ¿Qué se esté más preocupado de nuestra apariencia física? ¿De ser aceptados por el grupo, algo que no es posible si eres digamos fuerte? Explicale a una niña de 16-18 años que en las pelis porno no hay famélicas y si tías ebúrneas y neumáticas, no te hará ni caso. Pues algo así debe ser, porque hay que ver los maullidos de indignación que se oyeron cuando la Paserela Cibeles dijo que no admitiría modelos anoréxicas.
Uno, de natural malicioso, no cree en las conspiraciones, pero a veces casi parece que las hay.
Otro día más.
A por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Poderoso caballero, fácil derrota.

Charles Maurice de Talleyrand-Périgord fue un tipo bastante curioso. Perteneciente a la alta nobleza, una enfermedad congénita le predestinó a la carrera eclesiástica, para la que no estaba ni mucho menos dotado. De hecho fue un notable libertino. Sin embargo era inteligente, hábil y un gran político y diplomático. Se desenganchó de sus colegas nobles y de Napoleón en los momentos oportunos y sobrevivió a todo. Es descriptiva la anécdota que narra Chateaubriand, cuando entró en la antesala del despacho de Luis XVIII apoyado en su gran enemigo Fouché (Talleyrand cogeaba): "de repente, entraron el vicio apoyado en la traición". No obstante también él tiene frases memorables una de ellas es la que viene al caso: "Nadie sabe la cantidad de tonterías políticas que se han evitado gracias a la falta de dinero". En efecto, el problema es cuando además de tonterías son estupideces criminales y tienen abundante dinero.


Ayer el terrorismo nacionalista vasco puso tres coches bomba y asesinó a una persona. Es cierto que los criminales son los que han puesto las bombas, pero no es menos cierto que de no ser por un soporte ideológico esto no hubiera sucedido. El soporte ideológico es el PNV, después de todo ETA es una escisión del PNV. Su fundador, Sabino Arana era un racista feroz que casi, bueno sin el casi, dejaba a Hitler y los suyos como niños de teta. Cuando expelió la ideología nacionalista, nadie le hizo caso, no tenía un duro para ello. Pero a raiz de la llamada transición, algún día habrá que bajarla del pedestal a ella y a Suarez, sus paranoias racistas empezaron a tener dinero en abundancia. No es muy sabido, pero por cada € que aportan las Vascongadas, nosostros les pagamos 8€. ¿Dónde va semejante río de dinero? A sembrar el odio a España en las Ikastolas, a financiar organizaciones que se dedican a estudiar el supuesto ADN vasco y a reclamar territorios que ni en sueños fueron vascos. ¿Sólo a eso? Desde luego que no. En cualquier país democrático las cuentas del PNV serían vueltas del revés por los Servicios de Inteligencia y lo más seguro es que nos llevaramos más de un sorpresa. Toda la maquinaria infernal de ETA es imposible que se financie sólo con el chantaje, la extorsión y las aportaciones voluntarias (sí, hay gente que paga voluntariamente) ¿Cuánto dinero del PNV va a parar a las arcas de ETA? ¿Es lógico que financiemos a nuestros asesinos? No sólo tienen que pudrirse en la carcel aquellos que matan (sean de ETA o simples asesinos vulgares o ladrones de medio pelo que cumplan sus penas íntegras y eso del máximo de 30 años que le vayan dando) hay que cerrar el grifo del dinero, acabar con el cupo y que dejen de expoliarnos, además de asesinarnos. Por lo menos se darían cuenta que no somos tontos y que no nos van a vencer tan fácilmente, entre otras razones porque perderán.
A por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Actores y patriotismo. De recompensas y espías.






No se otros hombres, pero a un servidor hay dos personajes de ficción a los que no me importaría nada parecerme e incluso cambiarme por ellos. Uno es Rick, el dueño desilusionado y con una visión del mundo triste y desesperanzada, del Rick's en Casablanca. El otro es Rhett Buttler el canalla, cínico y en apariencia sin sentimientos de lo que El viento se llevó. Quizá sea que ambos dan el tipo de personajes, en apariencia desalmados y sólo preocupados por si mismos, pero que a la hora de la verdad no sólo no son lo que parecen, sino que esa coraza que han construido a su alrededor se disuelve como un azucarillo.


William Clark Gable, alias Rhett Buttler, no se si era así, pero seguro que no debía ser mala persona. Como Groucho Marx creía en el matrimonio, se caso cinco veces, pero fue con la tercera, la también actriz Carole Lombard, con la que, según propia confesión, vivió la mejor época de su vida. Lamentablemente la actriz murió el 16 de enero de 1942, en un accidente de aviación cuando realizaba una gira para recabar fondos para la guerra. Gable cayó en una profunda depresión. Usó todas sus influencias para alistarse en al Fuerza Aérea como tripulante de bombardero. Lo logró y partió a Gran Bretaña como ametrallador de B-17. Es posible que ahora no se valore lo que era eso, pero los B-17 hacían ataques diurnos sobre Alemania y prácticamente hasta mitad del 44 sin escolta. Las pérdidas en algunos ataques podían llegar al 50%. Aunque hizo el curso de oficiales y alcanzó el grado de Mayor siguió volando pasando de las 20 misiones y sólo fue retirado cuando se confirmó un hecho realmente curioso: Hitler había ofrecido una recompensa a quien lo capturara vivo. Caso único en la II Guerra Mundial. Murió en 1960 tras el rodaje de Vidas Rebeldes a los 59 años. Su última esposa responsabilizó a Marilyn Monroe de su muerte por un ataque al corazón. Lo enterraron junto a Carole Lombard por propio deseo del actor.


Naturalmente en este mundo también hay espías. Una historia muy curiosa es la que tienen como protagonista a Errol Flynn. El protagonista de La carga de la Brigada Ligera, Murieron con las botas puestas, Camino de Santa Fe o Robin Hood, tuvo un montón de problemas. No es sólo que tuviera una vida, digamos disipada, es que era un auténtico crápula, con un poder de seducción asombroso. Al extremo que ninguno de sus conocidos se atrevía a presentarle sus novias o mujeres. Tras un escandaloso juicio por violación a una jovencita en su yate en 1940, empezó su decadencia. Lo curioso del asunto es que fue entonces cuando le empezaron a acusar de espía nazi. Era un bulo, pero a arbol caido... La cosa ha durado hasta ahora, y en la película Rockeeter el personaje encarnado por Timothy Dalton es un alter ego de Errol Flyn, y por supuesto espía nazi. Murió en 1959, en su yate, de un infarto a los 50 años después de una vida de excesos absolutos, perseguido por los acreedores y lo que es peor por Hacienda. Por eso estaba en Vancouver, Canada.
Otro día más. Hasta la vista y a por ellos. son pocos, cobardes y además no tienen razón.



sábado, 20 de septiembre de 2008

Una nación admirable

Cuentan que en una ocasión le preguntaron a Otto von Bismarck, el Canciller de Hierro, que nación europea admiraba más. El viejo león contestó sin dudar: "España". El asombro entre sus interlocutores fue general. El primero que se repuso del mismo le hizo notar, que España era poco menos que un país de salvajes, atrasado y que no contaba para nada en el concierto de las naciones. "Si", contestó el Canciller, "pero sus dirigentes llevan desde finales del siglo pasado intentando destruirla, y todavía no han podido".


Como otras historia desconozco si esta es real, la verdad es que hay tantas anécdotas históricas que nunca se sabe dónde empiezan las verdaderas y dónde las inventadas, pero ilustra algo que es una constante en nuestra historia: la lenidad y la bajeza (en todo) de nuestra casta dirigente. No es que quiera establecer comparaciones con la situación a finales del XVIII y a lo largo del XIX con la situación actual, pero la verdad es que no es para menos.

No es que tengamos, como entonces, un rey inutil con un heredero tan traidor y malvado como cobarde, es que sencillamente no se sabe muy bien de que van. Vale que en aquellos momentos lo mejor hubiera sido un buen afeitado del rey a la altura de su augusta nuez y una buena autopsia al heredero, quizá las cosas hubieran rodado mejor. Como eso no se puede remediar, sólo podemos hacer conjeturas. Y viendo como les ha ido a las dos naciones europeas que en un momento dado le dieron pasaporte a sus respectivo reyes (Francia y Gran Bretaña), y acto seguido a las castas que los rodeaban, lo más seguro es que ahora estaríamos mejor.

"Bueno no será para tanto", pensará alguien. Pues me parece que si. Si uno observa los órdenes de batalla de la Guerra de Independencia, se queda pasmado viendo que los generales españoles tienen los mismos apellidos que los de ahora e incluso algún político puede remontar sus orígenes no a la Guerra de la Independencia, no, ¡¡incluso a los Austrias!!.
El chalaneo y el pasteleo entre nuestra casta dirigente, a la que el diablo confunda, tuvo su máxima expresión en el Abrazo de Vergara, que puso fin a la I Guerra Carlista. En lugar de hacer como Grant en Appomatox Court House, dejar muy claro quienes eran los vencedores y quienes los vencidos, Espartero les dio la categoría de iguales. Los resultados los estamos sufriendo todavía hoy.


"¿Habrá algún remedio?" dirá alguien. Bastante dificil. El úlitmo que intentó meterse entre ellos todavía está entre rejas, pero no hay que perder la esperanza. Lo están haciendo tan mal que es posible que todavía nos podamos deshacer de ellos.
Hasta la vista y a por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.

martes, 9 de septiembre de 2008

Actores y Patriotismo. Historia de un General.

Hace tiempo escuche una narración que si no es cierta está bien elaborada. Al parecer había en Madrid un hotel que tenía a gala no admitir a gente de la farándula. En una ocasión, a principios de los años 60, entraron dos caballeros. El más joven pidió dos habitaciones que habían sido reservadas a su nombre. El conserje, bastante apurado pues había reconocido al más maduro, llamó al director. Cuando este salió, simplemente le indicó al hombre que en el hotel no admitían actores. El caballero se lo comunicó a su acompañante, que tras mirar de hito en hito al director, le dijo algo en inglés. "¿Dónde está el servicio de caballeros por favor?" interrogaron al conserje. Este lo indicó y ambos se dirigieron hacia ellos. El caballero más maduro entro con una maleta, y el más joven esperó fuera. Al poco, y para sorpresa del director, salió del baño un General de la USAF y acompañado del más joven se acercaron nuevamente a recepción. Esta vez el tono de voz no admitía réplica: "Por favor, las habitaciones del General James Stewart y su ayudante". Les dieron las llaves sin chistar.


Como ya he dicho desconozco si la historia es cierta, pero dice algo que parece haberse olvidado. En muchas ocasiones la verdadera solidaridad no es aflojar la chequera o participar en galas benéficas que suelen embolsar más dinero todavía a los que participan en ellas, sin dejar un euro para aquellos a los que en teoría van dirigidas. Hay veces que la verdadera solidaridad es jugarse el pellejo por los demás. Incluso por aquellos que no lo desean. Así lo entendieron muchos actores que se alistaron en las Fuerzas Armadas de su país durante la II Guerra Mundial o participaron en la medida de sus posibilidades. Uno de éstos fue James Maitland Stewart, uno de los "buenos" eternos del cine americano.

Se unió a la Aviación del Ejército de los Estados Unidos (precedente de la USAF) en marzo de 1941, tras lograr las horas de vuelo requeridas en su propio avión, pues era demasiado mayor para ingresar como cadete y sólo lo podía hacer acreditando ser un experto. Incluso tuvo que engordar para pasar el examen médico. Al empezar la guerra, luchó para ser enviado a ultramar y participar en ella. Finalmente lo logró y fue enviado a Tibenham, Inglaterra, en Noviembre del 43 al mando del 703º Escuadrón del 445º Grupo de Bombarderos. El 22 de marzo del 44 dirigió el ataque de 1.000 bombarderos sobre Berlín. Tras dirigir su Escuadrón, fue nombrado Jefe de Operaciones del 453 Grupo de Bombarderos y luego su Jefe. En Julio de 1944 fue ascendido a Coronel efectivo y nombrado Jefe de Estado Mayor de la 2ª Ala de Bombarderos y su Jefe en la primavera del 45.

Realizó 20 misiones de combate sobre Alemania, incluyendo el peligrosisimo Schweinfurt y, pese a su extraordinario palmarés que le auguraba una brillante carrera militar, pidió el pase a la reserva. Gran estudioso de táctica y doctrina, entusiasta de las técnicas de bombardeo de precisión, continuó su carrera en la Reserva de la USAF. Realizó los cursos necesarios para pilotar los B-36, B-47 y B-52. No así el del B-58. Cuentan que tras el segundo vuelo bajó del avión hecho una furia y gritando: "Esto no es un avión, es un maldito misil". En el año 1959 fue ascendido a General de Brigada. Cumplió escrupulosamente los periodos de servicio activo que le correspondían y el último de ellos fue en el año 1966. En este periodo realizó su última misión de combate pilotando un B-52F sobre Vietnam, poco antes su yerno, el Teniente Ronald Mckean, había muerto en combate.

Siempre apoyó al Partido Republicano. Falleció en 1997 y el Presidente Bill Clinton, un demócrata, dijo de él: "Estados Unidos perdió un tesoro nacional hoy día, Jimmy Stewart fue un gran actor, un caballero y un patriota." ¿Se puede decir lo mismo de los actores de hoy día?.

Hasta la vista y a por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.

domingo, 7 de septiembre de 2008

La leyenda del Indomable III. Dicky, pero no Tricky.

La gente que escuchó aquel debate entre los candidatos a Presidente le dieron por ganador. Sin embargo, los que además lo vieron por la tele pensaron que quien había ganado era su rival. Analizando sus intervenciones, él había sido más contundente, más claro y conciso y con propuestas más sensatas y adecuadas. Su rival sólo era humo e imagen. En las elecciones perdió por apenas cien mil votos. Un porcentaje ridiculo del censo. Para rematarlo, el vencedor protagonizó uno de los pucherazos más burdos y ocultados de la historia. Pero él admitió su derrota pensando en el siguiente combate. Él era Richard Milhouse Nixon. Su rival era John F. Kennedy, un hijo de papa que curiosamente ha pasado a la historia como la encarnación del sueño americano, cuando en verdad era Nixon el sueño americano.



Nixon nació en Yorba Linda, California, en 1913 en el seno de una familia de cuáqueros que regentaba un pequeño colmado que apenas les daba para mantenerse. Tuvo una educación estricta por parte tanto de su madre como de su padre. Le enseñaron que sólo el trabajo duro y la lucha continua era lo que servía en la vida. Y él lo aprendió. Hizo todos sus estudios con becas y unas notas extraordinarias que le abrieron las puertas de la Universidad de Harvard. Sin embargo no pudo ingresar debido a que no podía permitirse el residir en el Campus. Así acabó en la Universidad de Duke, de mucho menos glamour. Hay que tener en cuenta que Harvard, Yale y Princeton son las Universidades de la "realeza" americana, de la élite. Aquel que no ha estudiado en ellas, es y será un outsider. Y eso es lo que fue Nixon toda su vida. Kennedy, en cambio, pertenecía a esa "realeza" de Princeton. Y era millonario de cuna, por lo que no tuvo ninguna dificultad para lograr lo que quería de joven.

Al empezar la II Guerra Mundial, y pese a que podía haber objetado, se alistó en la marina. Nueva diferencia con Kennedy. Mientras Nixon fue a destinos de combate desde el principio y alcanzó el grado de Capitán de Fragata, Kennedy fue librado de ellos por "papuchi" hasta que se lió con una espía nazi y para evitar el escándalo lo enviaron a un destino en el Pacifico, donde por su negligencia e incompetencia perdió su lancha. Luego papi lo tapó y volvió a casa como un héroe y de Teniente de Navío, cuando debía haber sido licenciado con deshonor.

Tras la guerra los dos empezaron su carrera política. Nixon, feroz anticomunista aunque pragmático (había que convivir con naciones comunistas, pero no admitir que su país lo fuera), destacó en el comité de actividades antiamericanas y ya entonces se vio que a sus adversarios los trataba como enemigos. Usaba todos los medios para atacar y destruir, lo que le ganó el apodo de Dicky Tricky, Dick el trapacero. Nominado como vicepresidente en la candidatura de Eisenhower en el 52, contra la voluntad de este. Aunque lo intentó no pudo deshacerse de él cuando se le acusó de financiación ilegal y Nixon usó la televisión para defenderse. Cuando en el 60 Nixon se presentó a la elección como presidente, Eisenhower no le apoyó y en el debate televisivo que he mencionado cometió el error de no aceptar ser maquillado con lo que su aspecto no era agradable (ojeroso y barbudo). Asi que ganó Kennedy. Mas tarde se ha sabido que su victoria fue un pucherazo en toda regla, pero nadie parece querer saberlo. Kennedy empezó a grabar las conversaciones en el despacho oval, metió a su país en la guerra de Vietnam y fue su nefasta gestión de la crisis de Cuba y el faltar a muchas promesas hechas para llegar a la presidencia, lo que probablemente le costó la vida.

En el 68 fue la oportunidad de Nixon. Había guardado silencio con las trampas de Kennedy, que conocía, para no cerrarse el futuro y esperó. Al final consiguió aquello que muchos dicen: que cualquiera puede llegar a ser Presidente de los Estados Unidos. Incluso el hijo de un tendero. Heredó sin embargo a más de 500.000 soldados en Vietnam, una guerra impopular empezada por un demócrata, que se vió obligado a seguir hasta conseguir unas condiciones honrosas.

Los progres nunca le perdonaron no haberse conformado con ser un buen abogado. El escándalo Watergate, en la práctica un golpe de estado dado por el propio entorno de Nixon, pudo con él. Pese a que hubiera luchado como un León para defender su honestidad e integridad se vio obligado a dimitir. Como bien dice Anthony Hopkins en Nixon, mirando el retrato de Kennedy: "¿Por qué cuando te miran a ti ven lo que quieren ser y cuando me miran a mi ven lo que son?". Al final fue la imagen lo que venció al hijo del tendero. El hijo del millonario sigue representando el sueño americano.

Hasta la vista y a por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.

sábado, 6 de septiembre de 2008

La Cortina de humo

Robert de Niro y Dustin Hoffman protagonizaron en 1997 la película La cortina de humo (en inglés Wag the dog). En ella se narraba cómo para evitar un escándalo sexual al Presidente de los Estados Unidos, se inventaban una guerra en Albania. Todo funciona. Hay imágenes (trucadas), hay héroe (falso) y hay medallas. Todo va como una seda hasta que a Dustin Hoffman (en la película director y realizador de Hollywood) le entran remordimientos y... lo matan. Pero la cosa sale como querían y el escándalo del Presidente se olvida en medio de una furia patriótica.
En ésta semana los malos datos económicos se han acumulado: el paro ha subido en 103.000 personas, las afiliaciones a la SS han caído en picado, la bolsa se ha pegado el enésimo gran batacazo... , y la gran noticia inicial ha sido la "nueva" ley de eutanasia (llamarlo asesinato de indefensos suena mal) que se la ha ocurrido a Manuel Cháves (sin tener competencia para ello). Como la cosa seguía, sale Garzón y dice que va investigar los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y la represión posterior. O sea, que los crímenes que va a investigar son los de un sólo bando: el de los papis de los del gobierno, ya estamos con el puñetero complejo de Edipo. Con independencia de que no tiene competencia para juzgarlos (quedaron prescritos por la ley de amnistía del 78) y que en su juzgado acumula retrasos inverosímiles que a otro le hubieran costado el puesto (lo que mola ser masón ¿verdad?), semejante gansada casi da la impresión de buscar justificar el asesinato de los del otro bando... y que cada cual saque sus consecuencias. Pero es que además, en una sentencia de este señor referida al matarife de Paracuellos Santiago Carrillo Solares venía a decir que no había lugar a investigaciones. Por lo visto como AHORA al gobierno le conviene si ha lugar (suena a prevaricación).
Finalmente sale la ministro Aido y dice lo de la ley del aborto, como si aquí no hubiera tal ley.
Todo cortinas de humo, todo engaño, todo embeleco.
Y mientras tanto el papi de Aido y otros muchos subiendose los sueldos. País de Chiki, chiki. Qué pena.
Hasta la vista y a por ellos. Son pocos cobardes y además no tienen razón.