martes, 29 de julio de 2008

"La Recta Vía"

Fritz Michael Gerlich era un periodista y publicista alemán. Le tocó como a muchos otros el periodo más negro para los amantes de la libertad: los años de entreguerras con los fascismo y comunismos rampantes y sedientos de la sangre de los inocentes. Gerlich conoció a Hitler por mediación del Putzi Hanfstaegl, editor germano americano que puso al futuro Führer en contacto con personas influyentes y que le ayudaron enormente en su escalada al poder absoluto. Sin embargo Gerlich se percató enseguida de la peligrosidad de aquel clochard austríaco y no cayó bajo su hipnótica influencia. Primero desde el periódico donde trabajaba y luego tras ser despedido abriéndo el suyo propio (La Recta Vía) hizo todo lo posible por acabar con la carrera de aquel personaje con amistades tan influyentes como extrañas. Pero todo fue en vano Hitler llegó al poder de la mano de los nacionalistas moderados el 30 de enero del 33. Aun así intentó a traves de su periódico desenmascarar la hipocresía nazi y sus relaciones. Nuevamente en vano. El 30 de junio de 1934 se desencadenó lo que ha pasado a la historia como la Noche de los Cuchillos Largos, en la que Hitler se deshizo del ala izquierda (casi bolchevique) de su partido, con Röhm a la cabeza. De paso eliminó a lo poco que de democracia quedaba, eliminando fisicamente a muchos opositores al nazismo. Gerlich fue asesinado en Dachau en una fecha indeterminada del mes de julio.
Viene esto a cuento de la condena contra Federico Jimenez Losantos hecha pública hoy. A diferencia de lo que pasaba entonces, ya no se manda a la gente a Dachau o así. El totalitarismo se ha hecho más sutil. En lugar de matar lo que hace es comprar voluntades, corromper. La cultura, la prensa, se procura que dependan del presupuesto público. Es obvio que así, graciás al poder del dinero del dios Mammón se consigue lo mismo: el poder escapa del escrutinio público y todo aquel que no lo acata es expulsado del rebaño hacia el frío exterior. Se le expulsa bien negándole las subvenciones, con lo que si no tiene talento ya no puede vivir como dios, o bien si lo tiene... se procura primero ningunearlo y si aún así sigue teniendo poder de convocatoria se le machaca y se le intenta callar con un sistema judicial tan corrompido como el político. Es una forma mucho más sutil, pero aparentemente igual de efectiva, de totalitarismo. Es un totalitarismo light.
Es evidente que la dependencia del poder judicial del político, tal como pasa en España, lleva a que primero se haga callar a periodistas y luego se silencien y justifiquen las tropelías de los políticos contra la gente. ¿Qué pasará si aún así hay gente que todavía alce su voz? ¿Tras el incendio del Reichstag-11M habrá una Noche de los Cuchillos Largos?.
Hasta la vista y a por ellos. Son pocos cobardes y además no tienen razón.

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