miércoles, 25 de agosto de 2010

Utopías IV: El mito del buen salvaje. Aztecas y Mayas.

Uno de los tipos más perniciosos para la civilización occidental fue Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, Suiza, 28 de junio de 1712 - Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778). El personaje es el inventor del mito del buen salvaje en el que seguramente no creía ni él. Pero ése mito se ha ido regenerando y ampliando y probablemente sea el origen del actual indigenismo.
Los indigenistas consideran que América era una especie de Arcadia feliz hasta que llegaron los españoles ¿Arcadia feliz?
En Centroamérica resulta que estaban los Mayas y los Aztecas. Estos creían que los sacrificios humanos aplacaban a los dioses que acogían con agrado la sangre de los asesinados. Naturalmente ésto no se hacía con los del grupo: se hacía con los del enemigos. Por eso Cortés encontró tanto apoyo. Realizado el ritual el sacrificado perdía su condición de persona y se convertía en carne, en comida.
Los templos se construían en niveles, como cáscaras de cebolla, uno encima del otro. Se consagraban, se hacían los sacrificios y vuelta a empezar. El templo mayor de la ciudad de México tenía su séptimo nivel en construcción cuando llegó Cortés. En el sexto se sacrificaron y devoraron a 20.000 personas. No esta mál para una Arcadia feliz.
Otro día más

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