viernes, 30 de mayo de 2008

¡¡Arrepentíos!! ¡¡El fin se acerca!!

Es curioso que todas o casi todas de las sectas cristianas (desconozco las de otras religiones), son ferozmente apocalípticas. Se dedican a predicar que el fin del mundo está cerca y que, por supuesto aquellos que no sean de la secta arderán en las llamas del Averno. Algunas incluso ponen fechas. Hasta tres los Testigos de Jehová, que ya deben andar buscando la cuarta pues el último veterano de la I Guerra Mundial ya la ha diñado, y decían que el fin del mundo vendría en cuanto muriera. De momento los cielos no se han abierto y las cosas siguen más o menos igual.

Viene esto a cuento de la tremenda escalada de los precios del petróleo que, pese a todo lo que se diga, tiene una explicación perfectamente lógica: se acaba. Para muchos el pico del petróleo, es decir el máximo de producción a partir del cual esta declina se ha alcanzado.

¿Pero qué es el pico del petróleo? La teoría del Pico del Petróleo fue formulada por el geofísico de la Shell M. King Hubbert en 1956. Predijo que la producción de Estados Unidos alcanzaría su cénit en 1970… y acertó. También predijo que el mundo lo alcanzaría en 2000, pero las nuevas técnicas de exploración y explotación lo retrasaron hasta el 2005 o 2006, según su discípulo Kenneth Deffeyes. En un principio las reservas de petróleo son de 1.300 gigabarriles y el consumo mundial es de 30 gigabarriles / año. Lo que significa que el petróleo se acabará en algún momento entre 2035 y 2040. Un indicativo de que esto no es disparatado es que Indonesia va a pedir la baja de la OPEP, pues se ha convertido en importador neto y que de los 65 países que tenían petróleo, 55 están en declive.

El lado positivo, alguno tiene que tener, es que el incremento de precio lleve a buscar, encontrar y explotar yacimientos que de otro modo no serían rentables, lo que retrasaría aún más la fecha del final del petróleo. Pero si ésto fuera así, si hubiera posibilidades de nuevos yacimientos habría nuevas inversiones. Si no las hay… puede que el fin esté más cerca de lo que imaginamos y las sectas apocalípticas acierten, aunque las llamas del Gehenna nos afectarán a todos. ¿Serán con petróleo o con carbón?

Hasta la vista y a por ellos. Son pocos cobardes y además no tienen razón.

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