Crimea

Aunque la Guerra de Secesión ha pasado a la historia como la primera guerra moderna, sin embargo hay quien le discute tal honor con la más desconocida de Crimea entre los rusos por un lado y los franceses, británicos, piamonteses y turcos por otro. Si por algo se caracterizó esa guerra fue por la ineptitud, rayana en lo delictivo y en ocasiones directamente criminal, del generalato de ambos bandos. Desde el Ministro de la Guerra británico, cuya experiencia de combate se reducía a Waterloo donde perdió un brazo y que confundía a los rusos con los franceses, hasta el último de los rusos, los disparates de los mandos de unos y otros han pasado a la historia de la incompetencia militar. Todos salvo uno el Almirante ruso Nakhimov, que sólo cometió un error: lo mató un francotirador inglés.
Pues bien al parecer estamos ante algo similar en el PP con el agravante de que el general en jefe no sólo quiere liderar la carga de la Brigada Ligera, sino también todas y cada una de las batallas con el único objeto aparente de… destruir el partido. Sin embargo entre Crimea y el PP hay una diferencia fundamental: el general en jefe, Rajoy, se está dedicando con un entusiasmo digno de mejor causa a eliminar a todos los que le pueden hacer sombra y los que pueden impedirlo lo apoyan con entusiasmo… .
Estaría bueno que de las tres veces en que el Centro Derecha en España se ha ido al cuerno, las tres fuese un gallego el culpable: Calvo Sotelo (recientemente fallecido), Fraga (que más de uno desearía que palmara a ver si deja de meter la pata) y Rajoy. Aunque quizá sólo sea un reflejo de la crisis nacional, pues en ocasiones la crisis de una nación es debida a la falta de lideres y hay que reconocer que ¡manda huevos lo que tenemos!.