¡¡¡VIVA LA REPÚBLICA!!!

Tras el reinado de Luis XIV (a uno de cuyos hijos le dijo que fuera un buen español, y también francés algo que al parecer siguen sus descendientes), Francia era con diferencia la nación más rica y poderosa del mundo. Su sucesor Luis XV podría haber seguido con la misma política de su padre, pero no. Eligió la vida muelle y de juerga, gastando todo lo ahorrado y ganado por su padre en fiestas y saraos, además de guerras disparatadas que sumieron al país en la pobreza. Cuando alguien, armándose de un valor y optimismo a toda prueba, se lo hacía notar simplemente decía: “Apres moi… le deluge.”, es decir “después de mi… el diluvio”. Con ello el rey venía a indicar que el futuro le importaba bien poco, mientras él pudiera seguir gastando en fiestas. A su hijo Luis XVI le tocó apechugar con las consecuencias y murió en la guillotina, su nieto murió preso de tuberculosis, su hermano recuperó el trono con el nombre de Luis XVIII (el nieto hacía el diecisiete), su bisnieto Carlos X fue expulsado del trono por una revolución que puso a Luis Felipe de Orleáns en él, aunque duró bastante poco. Desde entonces, y excepto el breve II Imperio que acabó con la guerra de 1870, Francia es una República donde los monárquicos no pasan de ser unos tipos bastante excéntricos.

Viene esto a cuento de lo que ha declarado el rey de ¿todos? los españoles (dicen…). En ellas por primera vez habla de un presidente del gobierno y dice de él que es un hombre íntegro, recto y honesto. Que no divaga, aunque lo parezca, y que tienen las ideas claras y sabe lo que quiere. No está mal. Vayamos por partes.

Un hombre íntegro. O sea que ser íntegro es negociar con una banda terrorista, traicionando un pacto firmado con el GOBIERNO LEGÍTIMO DE LA NACIÓN en el momento que empezó a hacerlo. Seguir negociando a espaldas de los españoles y con atentados de por medio y sólo decirlo cuando pensaba que podía obtener una victoria política y con una tregua que sabía que era un paripé. Seguir negociando pese a atentados con muertos y a éstos llamarlos accidentes. Pues menuda integridad.

Un hombre recto y honesto. Que ha mentido y traicionado. Mentido a todos los españoles respecto a la situación económica real durante la campaña electoral, diciendo que no pasaba nada. Mentido sobre el pasado de su familia (¿por qué fusilaron a su abuelo Sr. Presidente? Y diga la verdad para variar). Mentido sobre el 11-M (¿tuvo Ud. algo que ver Sr. Presidente?). Mentido sobre la negociación con ETA. Traicionado a vivos y a muertos. Traicionado a sus aliados. Y puede que incluso haya traicionado a la Patria en negociaciones non sanctas con Marruecos.

Que no divaga. Es la única persona que conozco que es capaz de pegarse dos horas hablando… sin decir nada. Bueno, en la historia hay otro. Un señor de bigote a lo Charlot, flequillo y que saludaba brazo en alto.

Que tiene las ideas claras y que sabe lo que quiere. Seguro Majestad, pero Ud ¿lo sabe y por eso quiere cubrirse las espaldas y morir como Rey y el que venga que arree? Porque es lo que parece. Pues ojito ciudadano Borbón, no se vaya a encontrar con la sorpresa de que los primeros que quieran largarlo camino de Cartagena (si es que puede) sean los votantes a los que Ud. ha insultado.

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Más alegrías económicas: España alcanza el 10% del PIB de Déficit del Sector Exterior. Las consecuencias son que al paso que vamos nadie va prestarnos un duro y así no se puede sostener el crecimiento. Esperemos que el cataclismo que se nos viene encima sirva al menos para vacunar a la población española contra la demagogia.

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Mari Tere contra la Alianza de Civilizaciones. Se declara horrorizada de fotografiarse al lado de un polígamo. Pero bueno, si están diciéndonos que los musulmanes son buenos ¿Cómo se le ocurre decir eso de un musulman?.

Hasta la vista y a por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.