lunes, 13 de octubre de 2008

¿Conspiración? ¿Qué conspiración?

Dicen que uno de los triunfos del diablo es que muy poca gente cree en su existencia real. En cierto modo es una manera de pasar desapercibido. También, como ya he dicho en alguno de mis post, la mejor manera de que las conspiraciones triunfen es decir que no existen.
Daniel Estulin es un escritor de origen ruso y nacionalidad canadiense que lleva años escribiendo sobre un misterioso grupo llamado "Club Bildelberg". He de reconocer que mi natural, y en ocasiones malsana, curiosidad me hicieron comprar sus libros, del mismo modo que otros sobre conspiraciones. Servidor es de natural malicioso y la verdad es que no acababa de creerme que eso que contaba con tanta vehemencia pudiera ser cierto. Sin embargo conforme pasa el tiempo y alguna de las cosas que el escritor ponía en sus libros se volvían realidad, hacía que mi escepticismo desapareciera. De hecho en su último libro hablaba sobre el hundimiento del precio de la vivienda en España y de la actual crisis mundial. ¿Casualidad? Es posible, del mismo modo que a lo mejor es posible que esos señores quieran controlar el mundo desde las sombras y que sus actuales posiciones de poder queden preservadas para ellos y sus familias. El problema es que esta vez quizá se han pasado de rosca y al querer mantener a la plebe bajo su férula se vean arrastrados por el torbellino que ellos mismos han generado. No deja de aparecer ante mi la imagen de Patricios romanos planeando la hegemonía eterna de Roma y haciendo cosas parecidas a esta gente. Al final tanto ellos, como el pueblo al que querían esclavizar se vieron arrastrados por el huracan de las invasiones bárbaras. Ahora el huracán en cuestión quizá sea el Islam y cierto Hussein, al que quieren alzar, sea el que abra las puertas a una nueva y definitiva edad oscura para la humanidad.
Otro día más.
A por ellos. Son pocos, cobardes y además no tienen razón.

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