jueves, 16 de octubre de 2008

La nada tras el billete

Hace tiempo en un pub de mi ciudad vi un billete. Me sorprendió la cifra y la divisa: 100.000.000 de marcos. El billete en cuestión había sido imprimido en la época de la hiperinflación en Alemania durante los años veinte. No es que piense que va a pasar algo así, pero la manera en que se maneja el dinero por parte de las entidades financieras, el uso que le dan los políticos a nuestros impuestos y la avaricia que todos tenemos, me hace temer lo peor.
Cuando las instituciones financieras cogen un Euro, empiezan a manejarlo de tal manera que cuando terminan hay cuatro o cinco Euros. El problema es que, pese a que me lo explicaron muy bien en Política Económica, siempre he creído que había sólo ese solitario Euro.
Los políticos tiran de la máquina de hacer billetes y el resultado es que aumenta el dinero, pero no la cantidad de bienes y los precios suben. No tienen un límite de emisión como antes, cuando eran las reservas de oro las que los paraban y el santo temor al déficit el que los asustaba. Ahora hay que comprar a la plebe como sea incitando su avaricia.
Y así vamos camino del caos.
Otro día más.

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