sábado, 6 de septiembre de 2008

La Cortina de humo

Robert de Niro y Dustin Hoffman protagonizaron en 1997 la película La cortina de humo (en inglés Wag the dog). En ella se narraba cómo para evitar un escándalo sexual al Presidente de los Estados Unidos, se inventaban una guerra en Albania. Todo funciona. Hay imágenes (trucadas), hay héroe (falso) y hay medallas. Todo va como una seda hasta que a Dustin Hoffman (en la película director y realizador de Hollywood) le entran remordimientos y... lo matan. Pero la cosa sale como querían y el escándalo del Presidente se olvida en medio de una furia patriótica.
En ésta semana los malos datos económicos se han acumulado: el paro ha subido en 103.000 personas, las afiliaciones a la SS han caído en picado, la bolsa se ha pegado el enésimo gran batacazo... , y la gran noticia inicial ha sido la "nueva" ley de eutanasia (llamarlo asesinato de indefensos suena mal) que se la ha ocurrido a Manuel Cháves (sin tener competencia para ello). Como la cosa seguía, sale Garzón y dice que va investigar los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y la represión posterior. O sea, que los crímenes que va a investigar son los de un sólo bando: el de los papis de los del gobierno, ya estamos con el puñetero complejo de Edipo. Con independencia de que no tiene competencia para juzgarlos (quedaron prescritos por la ley de amnistía del 78) y que en su juzgado acumula retrasos inverosímiles que a otro le hubieran costado el puesto (lo que mola ser masón ¿verdad?), semejante gansada casi da la impresión de buscar justificar el asesinato de los del otro bando... y que cada cual saque sus consecuencias. Pero es que además, en una sentencia de este señor referida al matarife de Paracuellos Santiago Carrillo Solares venía a decir que no había lugar a investigaciones. Por lo visto como AHORA al gobierno le conviene si ha lugar (suena a prevaricación).
Finalmente sale la ministro Aido y dice lo de la ley del aborto, como si aquí no hubiera tal ley.
Todo cortinas de humo, todo engaño, todo embeleco.
Y mientras tanto el papi de Aido y otros muchos subiendose los sueldos. País de Chiki, chiki. Qué pena.
Hasta la vista y a por ellos. Son pocos cobardes y además no tienen razón.

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