domingo, 21 de septiembre de 2008

Actores y patriotismo. De recompensas y espías.






No se otros hombres, pero a un servidor hay dos personajes de ficción a los que no me importaría nada parecerme e incluso cambiarme por ellos. Uno es Rick, el dueño desilusionado y con una visión del mundo triste y desesperanzada, del Rick's en Casablanca. El otro es Rhett Buttler el canalla, cínico y en apariencia sin sentimientos de lo que El viento se llevó. Quizá sea que ambos dan el tipo de personajes, en apariencia desalmados y sólo preocupados por si mismos, pero que a la hora de la verdad no sólo no son lo que parecen, sino que esa coraza que han construido a su alrededor se disuelve como un azucarillo.


William Clark Gable, alias Rhett Buttler, no se si era así, pero seguro que no debía ser mala persona. Como Groucho Marx creía en el matrimonio, se caso cinco veces, pero fue con la tercera, la también actriz Carole Lombard, con la que, según propia confesión, vivió la mejor época de su vida. Lamentablemente la actriz murió el 16 de enero de 1942, en un accidente de aviación cuando realizaba una gira para recabar fondos para la guerra. Gable cayó en una profunda depresión. Usó todas sus influencias para alistarse en al Fuerza Aérea como tripulante de bombardero. Lo logró y partió a Gran Bretaña como ametrallador de B-17. Es posible que ahora no se valore lo que era eso, pero los B-17 hacían ataques diurnos sobre Alemania y prácticamente hasta mitad del 44 sin escolta. Las pérdidas en algunos ataques podían llegar al 50%. Aunque hizo el curso de oficiales y alcanzó el grado de Mayor siguió volando pasando de las 20 misiones y sólo fue retirado cuando se confirmó un hecho realmente curioso: Hitler había ofrecido una recompensa a quien lo capturara vivo. Caso único en la II Guerra Mundial. Murió en 1960 tras el rodaje de Vidas Rebeldes a los 59 años. Su última esposa responsabilizó a Marilyn Monroe de su muerte por un ataque al corazón. Lo enterraron junto a Carole Lombard por propio deseo del actor.


Naturalmente en este mundo también hay espías. Una historia muy curiosa es la que tienen como protagonista a Errol Flynn. El protagonista de La carga de la Brigada Ligera, Murieron con las botas puestas, Camino de Santa Fe o Robin Hood, tuvo un montón de problemas. No es sólo que tuviera una vida, digamos disipada, es que era un auténtico crápula, con un poder de seducción asombroso. Al extremo que ninguno de sus conocidos se atrevía a presentarle sus novias o mujeres. Tras un escandaloso juicio por violación a una jovencita en su yate en 1940, empezó su decadencia. Lo curioso del asunto es que fue entonces cuando le empezaron a acusar de espía nazi. Era un bulo, pero a arbol caido... La cosa ha durado hasta ahora, y en la película Rockeeter el personaje encarnado por Timothy Dalton es un alter ego de Errol Flyn, y por supuesto espía nazi. Murió en 1959, en su yate, de un infarto a los 50 años después de una vida de excesos absolutos, perseguido por los acreedores y lo que es peor por Hacienda. Por eso estaba en Vancouver, Canada.
Otro día más. Hasta la vista y a por ellos. son pocos, cobardes y además no tienen razón.



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